El éter de celulosa se produce con celulosa mediante una reacción de eterificación con uno o varios agentes eterificantes y molienda en seco. La celulosa, materia prima de este proceso de producción, es el polímero natural más antiguo y abundante de la Tierra, un recurso renovable inagotable e inestimable para la humanidad.
La celulosa vegetal se divide a su vez en función de sus fuentes, como el algodón, la madera, el cáñamo y diversas pajas, y constituye el componente principal de las paredes celulares de las plantas.
La celulosa animal procede de bacterias, organismos marinos y diversos animales.
Para la producción industrial de éteres de celulosa, la materia prima procede principalmente del algodón y la madera, dependiendo de la disponibilidad de recursos en los distintos países y regiones.
LANDERCOLL introduce el algodón en la producción de éter de celulosa. Tras eliminar las fibras largas, los linters de algodón que quedan en las cáscaras de semilla de algodón acaban siendo algodón refinado de menos de 10 mm de longitud. Contienen alrededor de 65% a 80% de celulosa, mientras que los componentes restantes incluyen grasas, ceras, pectina y cenizas. El objetivo del refinado es eliminar estas impurezas mediante un tratamiento químico, lo que da como resultado un algodón refinado con un contenido de celulosa de 99,5%.